En el marco de la conferencia “El aporte de las Naciones Unidas a la Paz Mundial, organizada en forma conjunta por la UNCA y el  Rotary Club Catamarca Valle, en la que disertaron dos ex embajadores  Rogelio Pfirter y Juan Carlos Sánchez Arnau, el primero quien se desempeña como director general de la Organización para la prohibición dee las armas quimicas (OPAQ), se refirió a participación del organismo en la promoción del desarme y la no proliferación de químicos. 

“Buena parte del éxito alcanzado por la OPAQ, que le valieron el Premio Nobel de la paz 2013, respondió a la capacidad del organismo para actuar por consenso entre sus 190 países miembros. Cuando existe voluntad política coincidente es posible avanzar en forma tangible hacia un mundo más seguro. Por el contrario, la confrontación y la intolerancia generan o ahondan los conflicto y la incertidumbre”, explicó.

Además elogió el cumplimiento de algunos países como EE UU y Rusia de las pautas fijadas por la OPAQ. “El marco de entendimiento que caracteriza a la OPAQ ha sido posible por la determinación concurrente de Estados Unidos y Rusia de cumplir fielmente con su obligación de destruir irreversiblemente sus grandes arsenales químicos bajo la verificación estricta e imparcial de la OPAQ. Este organismo se beneficia también del firme compromiso de China con sus objetivos y con el sistema de seguridad colectiva previsto en la Carta de Naciones Unidas”, acotó.

Más adelante comentó que los organismos universales son mucho más eficaces cuando cuentan con los mecanismos legales y técnicos que posibilitan su eficacia y objetividad. “La OPAQ es estatutariamente una organización de excelencia cuyo personal, proveniente de casi 90 países, está obligado a actuar con absoluta imparcialidad y necesita superar un exigente concurso público internacional para ser nombrado. Además, la administración de la OPAQ está sujeta a severas normas de transparencia, austeridad, auditoría (financiera y de gestión) y rendición de cuentas” señaló.

Finalmente, aseguró que su paso por la OPAQ lo ayudó a confirmar “el significativo papel que puede cumplir nuestro país en la promoción de la paz y la seguridad internacionales. Ya sea ocupando cargos ejecutivos técnicos o mediante la actuación diplomática. De hecho, durante varias décadas Argentina mantuvo una presencia muy activa en los organismos multilaterales que es indispensable recuperar para seguir participando en el diseño de la agenda global”, concluyó.