UNCA

12/05/2014

Alerta por destrucción del Campo de Piedra Pómez de Antofagasta

El Campo de Piedra Pómez se encuentra en  Antofagasta de la Sierra, a más de 3000 metros sobre el nivel del mar. Un estudio realizado en la UNCA develó que el área natural -que cuenta con recursos de gran valor geológico-, está siendo destruida debido a la falta de control por las actividades recreativas y turísticas que se desarrollan en el lugar. 


El Dr. Lorenzo Parra es profesor de la cátedra de Sedimentología de la carrera Licenciatura en Geología que se dicta en la UNCA. Junto a sus alumnos encabezan un proyecto de investigación que tiene por objetivo proteger el Campo de Piedra Pómez ubicado en Antofagasta de la Sierra. La iniciativa surge de la inquietud de este grupo de estudio, quienes observaron con preocupación el mal uso que se está realizando de este importante patrimonio geológico con el que contamos todos los catamarqueños. “Es una zona muy frágil, ya que son antecedentes geológicos formados por  eventos volcánicos hace unos 20 millones de años hasta 10 mil años atrás”, explicó Parra.

Las diversas y llamativas formas características del campo fueron moldeadas por el viento.  “El ser humano con una actividad recreativa, que no  es controlada por la provincia o las autoridades, puede deteriorar todo  en un día o dos. Un centímetro de ese sedimento duro tardó 100 años en depositarse, un centímetro es mucho menos de lo que una camioneta 4 x 4 puede romper”, se lamentó Parra. Y agregó, que al campo tienen acceso todo tipo de vehículos.

Por otra parte, Parra explicó que hay un decreto del Gobierno Provincial para declarar a la zona como área protegida, sin embargo ninguno de los ítems del instrumento son cumplidos. Por ejemplo, en la zona no hay guías turísticos, ni tampoco personal que controle las actividades   que se desarrollan en el lugar. “Nos damos con la sorpresa que el decreto tiene valores puestos en pesos del año 2012 para acceder al lugar, 15 pesos para que un cuatriciclo ingrese con el riesgo que corremos que el campo se deteriore de tal manera que después no se pueda volver a recuperar”, acotó.

Si bien consideró que el decreto es un puntapié inicial para resguardar la zona, lamentó que no se haga cumplir, ni que se actualicen los montos para el ingreso al campo, ya que con ello mejoraría la recaudación y habría más fondos para el mantenimiento.

El estudio del equipo de investigadores continuará con un relevamiento de campo, para evaluar el daño ocasionado. También se intentará delimitar que áreas pueden ser de acceso permitido y a cuáles  se pueden acceder únicamente con carácter científico. Finalmente, se propone capacitar a la gente del lugar para que haga las tareas de guía turístico y control del campo.

“Es importante que la gente conozca que esos lugares no son para actividades recreativas, sino para investigaciones científicas. Si la zona es dañada estructuralmente el tiempo que demora en volver a formarse puede ser de 20 millones de años”, concluyó.

El área natural, que tiene una extensión aproximada de 75 mil hectáreas e incluye al Volcán Blanco y la laguna Purulla, cuenta con recursos valiosísimos que deben ser protegidos. Posee también los circuitos turísticos “Gigantes de Piedra Pómez”, “Balcones de Laguna Purulla” y circuito “La Lagunita Escondida”.