UNCA

01/11/2017

“Los chicos tienen la capacidad intacta de soñar”

Se llevó a cabo el último viernes en la UNCA el foro denominado ¿De qué hablamos cuando hablamos de Derechos Humanos hoy?, donde el reconocido psicólogo Alejandro Shujman brindó charlas dedicadas a estudiantes secundarios y a adultos. “Vivimos en tiempos de monitores prendidos y miradas apagadas, y tenemos que volver a prender los ojos, que es lo que nos va a salvar”, consideró el psicoanalista.


Shujman encabezó las jornadas organizadas por la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos Delegación Catamarca y la Secretaría Académica y de Posgrado de la Universidad Nacional de Catamarca, y durante la mañana brindó el taller llamado “El derecho a soñar”, que contó con una importante convocatoria, ya que asistieron alrededor de 200 estudiantes secundarios de las escuelas preuniversitarias Fray Mamerto Esquiú, la ENET N°1 y otros establecimientos educativos de la ciudad Capital; a los que se sumaron cerca de 100 chicos del departamento Belén, que viajaron especialmente para la ocasión.

Shujmman, licenciado en Psicología y autor de libros como “La Generación NINI” y otros textos, explicó que “el eje son los Derechos Humanos, y, precisamente, el derecho a soñar. Nadie le puede quitar a los chicos este derecho, así como el de elegir, dentro de la saludable, lo que quieren para sus vidas e intentar ser felices”.

En este sentido, el especialista dijo que “los padres se quedan entrampados  en esta cosa de la tecnología, pensando que los chicos están metidos en los monitores y no dan bolilla. Pero no es verdad. Los chicos necesitan lo mismo que siempre;  que sus padres estén  lo suficientemente cerca para cuidarlos, pero lo suficientemente lejos para no asfixiarlos. Además, los adultos estamos tan metidos dentro de las pantallas como los chicos, aunque con menos conocimientos que ellos”.

A su vez, Shujman consideró que “los chicos tienen  la capacidad intacta de soñar, pero está anestesiada por la cultura de lo virtual, o por padres que les damos la idea de que crecer es aburrido, porque  somos adultos cansados, quejosos y poco entusiasmados. Los chicos piensan, ‘si esto es ser grande, yo quiero seguir siendo chico’. Entonces somos nosotros los adultos los que tenemos que volvernos a entusiasmar con el vivir, y transmitirles que crecer está bueno. Lo que necesitan son adultos que los miren con la convicción de que pueden ir detrás de lo que quieren”.

“Mirarse a los ojos”

El psicólogo continuó relatando que “uno de los ejercicios que trabajamos en las jornadas es el de mirarnos a los ojos, porque hemos perdido la costumbre de hacer contacto visual. En las charlas intentamos  que los padres e hijos se encuentren con las miradas; y a veces, para ellos es algo muy movilizador como fenómeno, porque, simplemente, no estamos acostumbrados. Hace poco en Entre Ríos nos sucedió que mientras hacíamos el ejercicio un muchacho de 19 años se largó a llorar con mucha angustia y congoja, por lo que me acerqué para abrazarlo y paré la actividad. Entonces el joven me dice ‘es que hace mucho que no miraba a mi vieja a los ojos’. Fue muy conmovedor que se pueda dar  ese encuentro primario e instintivo, que por un motivo u otro, se pierde”, reflexionó el especialista, invitando a padres y docentes a pensar en estos temas.