UNCA

18/09/2015

Los beneficios de la biotecnología aplicada a la actividad agrícola

Para entender un poco más acerca de sus beneficios y la polémica que gira en torno a la modificación genética de plantas y animales, la Facultad de Ciencias Agrarias dictó un curso de posgrado “Las Agrobiotecnologías: sus implicaciones económicas, éticas y sociales”. 


La Dra. Sandra Sharry, docente de la Universidad Nacional de La Plata, tuvo a su cargo el dictado del seminario destinado a docentes, y estudiantes. Explicó que hay otros productos biotecnológicos que son específicamente aplicados en agronomía, “como plantas clonadas con sanidad controlada,  bioinsumos como controladores y nuevos fertilizantes,  bioplaguicidas hechos con microorganismos, o procesos que tienen estos microorganismos por ejemplo el uso de tricoderma, que es un hongo,  para el control de determinadas enfermedades”.

Se puede utilizar, por ejemplo, un microorganismo para hacer queso, yogurt, vinagre o vino: éstos  son productos biotecnológicos tradicionales.

A su vez, la biotecnología tiene aplicaciones más complejas: en ingeniería genética,  por ejemplo la modificación del ADN para hacer  plantas o animales mejorados que hoy son llamados transgénicos. “Hoy conocemos solamente la soja, el maíz, y el algodón transgénico porque están comercializados. No obstante, recientemente  se liberó una papa transgénica con resistencia a virus y  hay otros desarrollos biotecnológicos muy interesantes como la mejora de la calidad nutricional de los alimentos o la utilización de las plantas para la fabricación de fármacos u otras proteínas como bioplásticos o vacunas que van a venir en el futuro y hay que saber  cómo uno los recibe y los maneja”, acotó Sharry. 

 Entre la polémica y los avances

La polémica que gira en torno a la utilización de la biotecnología para la alteración de productos no escapó al análisis de Sharry. “Hay varios discursos provenientes de organizaciones ambientalistas que tienen resistencia a determinados productos de la biotecnología moderna,  a los que se le cuestionan diferentes cosas”. Sin embargo, según explicó la especialista,  la Organización Mundial de la Salud asegura que son inocuos para la salud.  “Pasan un proceso de evaluación de riesgo ambiental, es decir que no tienen porque traer mayor riesgo que el que traen los cultivos convencionales. Yo trabajé con el desarrollo de esta tecnología y los cuestionamientos para mí no tienen fundamento desde lo científico fundamentalmente”, explicó. 

Con respecto a los logros alcanzados en el país con la implementación de la biotecnología en la agricultura, la investigadora detalló que en Argentina ya se generan cultivos con resistencia a sequías, al frio o a la salinidad, con genes descubiertos por investigadores nacionales. 

También se está mejorando mucho la calidad nutricional. Por ejemplo, algunos tomates morados con alto contenido de antioxidantes; o cultivos mejorados, como la papa, a la que se agregan algunos genes de amaranto,  que le brindan más valor  nutricional. 

Y los más románticos ahora podrán encontrar flores de diferentes colores que antes no se podían dar: ya se comercializa el clavel morado o la rosa azul. Menos extravagante pero más sanos son el café sin cafeína, el  tabaco sin nicotina o algunas vacunas que se están expresando en plantas para obtener  fármacos, por ejemplo para la hepatitis B. “Se viene otra generación de cultivos diferentes y el profesional tiene que estar preparado para manejarlo y conocerlo. Estas capacitaciones son para esto para que estén al tanto, para comunicar, y para poder hacer uso de los beneficios que puedan traer estas nuevas tecnologías”, concluyó