UNCA

29/05/2015

Arqueólogos estudian aldeas que datan de un siglo antes de Cristo

Un equipo conformado por investigadores de la Escuela de Arqueología de la UNCA realiza desde hace años excavaciones en la Puna que nos permiten conocer de qué modo se organizaban nuestros antepasados en su vínculo con la agricultura, la tecnología y su organización comunitaria. El trabajo comenzó en el año 1996, y aún sigue demandando largas horas al día.

 


Para develar sus secretos escondidos bajo el árido suelo del altiplano, un equipo de investigación conformado por estudiantes y graduados de la UNCA,  alumnos de la Universidad de Tucumán (UNT) e investigadores extranjeros -dirigidos por Daniel Delfino, docente investigador de la Escuela de Arqueología-, viene realizando excavaciones en aldeas ubicadas en el Monte Oriental del Nevado de Laguna Blanca. Sobre esa serranía hay un pie de monte que cuenta con siete aldeas arqueológicas que datan desde los 100 años A.C. hasta casi el presente.  “La gente permanentemente ha vivido en estos lugares haciendo un desarrollo de la agricultura muy importante. De estas siete aldeas nosotros estamos investigando las dos más grandes: Piedra Negra y Laguna Blanca”,  que suman entre ambas unas 700 hectáreas preparadas para el cultivo. Las mismas cuentan con estructuras agrícolas que consisten en campos con pircados a la vuelta, y distintas tecnologías”, explicó Delfino.

Más adelante, dio a conocer que entre medio de estos espacios de cultivos se encontraron bajas residenciales y puestos, que son las casas o sistemas de viviendas. “Estamos estudiando, además del punto de vista arquitectónico también lo funcional, para ello realizamos excavaciones para conocer qué es lo que pasaba en el interior de estas viviendas”.

En ese sentido, comentó que en los  últimos trabajos realizados se investigó un espacio de almacenamiento en donde se encontraron  objetos que sugieren haber sido ollas contenedoras. “Se investigó cuál era el contenido de éstas y se detectó que en ellas se guardaban semillas de maíz, de quinua, de poroto, algarrobo… En la aldea Laguna Blanca hay 32 casas y 40 puestos -utilizados para el almacenamiento de grano y para guardar instrumentos de labranza-“, detalló.

En cuanto a los modos de vida, Delfino comentó que la gente que allí residía estaba organizada y respondía a un modo de vida comunitario. “La gente organizó su cotidianidad,  sus prácticas productivas, sus relaciones sociales, sobre un concepto agro-céntrico, o sea que la tierra organizaba su tiempo, su espacio, y la forma conceptual con que se concebía el entorno, los dioses, la naturaleza, y la sociedad”.

Turismo Ético

En el lugar se realizan visitas guiadas por personal del municipio que es formado por especialistas de la UNCA. “El conocimiento no hay que guardarlo en una vitrina, tiene que transformarse en herramientas educativas y no quedarse en un congreso. Es un deber estimular el desarrollo del conocimiento. En este tipo de casos hablamos la UNESCO habla de “Turismo ético” en donde el turista se compromete a respetar las formas y la historia local”, destacó Delfino